SIEMPRE HAY DIFERENCIA

Un protestante decía a un católico: ¿Por qué tanta devoción a María? ¿Qué diferencia hay entre Ella y mi madre? Y el católico respondió: "Supongamos que entre las dos madres no hubiera tanta diferencia, pero entre el Hijo de la una y el hijo de la otra si hay una inmensa diferencia".

Por eso amamos y veneramos a la Virgen María, porque es la Madre de uno que es Dios. Si la gente veneraba a Betsabé porque era la Madre del sabio Rey Salomón, cuanto más veneraremos nosotros a María que es la Madre del Rey de Reyes y de Aquel que es la Sabiduría Eterna y en quien Dios ha depositado todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.