ANGELES Y DEMONIOS

viernes, 9 de febrero de 2007

MI NIÑA INTERIOR

Me he mirado al espejo y he visto a esa niña de 5 años que lloraba lágrimas de sangre.

He vuelto a ver esa imagen que pensaba que estaba borrada de mi memoria, esa niña que se miró al espejo sin quererlo y descubrió que sangraba de toda su mejilla. Pero no había miedo en su mirada.

¿Cómo podía esa niña contemplarse con calma mientras todo a su alrededor eran gritos, llantos, irresponsabilidades y prisas?

¿Cómo podía esa niña ser tan valiente y esta otra que ahora se mira al espejo tan cobarde?

Recuerdo otra ocasión, cuando estaba en clases de 4to año de primaria y me levante con dificultad de mi mesabanco al dar el timbre de salida, no sé como llegué hasta mi casa me senté en el sillón de la sala,luego ya no pude levantarme.

Recuerdo que me dolian mis piernas. Recuerdo los cuidados de mi madre. Recuerdo que hacía mucho calor y sudaba, mi madre siempre me daba oportunamente los medicamentos e inyecciones diarias, estaba a mi lado cuando el doctor iba a visitarme.

Recuerdo oír susurros a mi alrededor, conversaciones que se tapaban. Recuerdo que la última imagen, unas piernas que querian moverse para conseguir la libertad, pero desafortunadamente no respondian.

La última imagen en mi mente, durante meses de invalidez... fue la de esa niña mirándose al espejo mientras lloraba llena de sangre y su padre enojado diciendole que ella era la culpable de todo lo que le había pasado.

Y aún así es extraño porqué aquella niña inmóvil atrapada en una cama no estaba triste. Era toda esperanza, era toda inconciencia.

Cada día se despertaba con una sonrisa. Pasaba horas y horas sin hacer nada, sin ver nada y mientras tanto estudiaba sus libros, "Mami, no te preocupes que yo estoy bien"

No podía caminar pero veía las sonrisas de los demás cuando observaban a aquella niña enclaustrada en una cama pero llena de alegría.

Esa niña aprendió a esperar con paciencia. A pensar. A observar. Y volver a esperar. A escuchar el silencio. Y dejar pasar el tiempo.

No recordaba dónde la había perdido, ahora la comienzo a encontrar para alcanzar parte de su sabiduría y crecer por fin.

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